Un campamento abandonado
El campamento está en estado deprimente.
Elio Prian cerró la puerta de la habitación y se volteó hacia el escritor.
Cade abrió los ojos y de inmediato sintió un hincón de pánico.
La reunión con el emperador no habÃa salido bien.
Conducir no era una actividad que divirtiera mucho a Silo.
Era un dÃa caluroso y agradable y la plataforma daba al cielo abierto.
Esta escritora fue uno de mis descubrimientos más celebrados de hace un par de años.
Dentro de la bóveda estaban trabajando a sobretiempo.
Tener una audiencia con el Emperador en esos dÃas era casi imposible.
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