El negocio de San Valentín, la credibilidad de las encuestas y el alcoholismo en el Perú

En esta oportunidad no tuvimos invitado. No es que no pudiésemos conseguir a nadie, sino que queríamos volver a tener una entrega en la que pudiésemos tener la libertad de decir lo que nos diese la gana sin el temor de espantar a alguien.